originalmente en la Revista Obras,
Grupo Editorial Expansión,
ISSN 0185-466X, México.
Año XXIX, Número 358,
pp. 28-39, Octubre de 2002.
Detengámonos aquí para hacer una importante reflexión: hasta la fecha, en la aportación de soluciones al problema de la vivienda, históricamente hemos manejado e incluido un sinnúmero de variables financieras, sociales, ambientales y políticas, mientras hemos considerado a los materiales constructivos como una constante que no podíamos cambiar mucho, pues la arquitectura está acostumbrada a tomar en su mayoría los productos que naturalmente nos da nuestro planeta.
Es un hecho consensuado que a pesar de los esfuerzos multidisciplinarios, sigue existiendo un gran déficit en su construcción. Pensemos que pasaría si ahora consideramos los materiales como una variable más, que puede ser controlada y diseñada de acuerdo con nuestras necesidades de vivienda mundial sin menoscabo del confort y de los recursos que requieren sus usuarios. Tenemos que estar conscientes y de acuerdo en que, actualmente, no podemos reducir más el espacio de la vivienda por dignidad y no hay dinero suficiente para construirlas.(3)
¿Qué pasaría si ahora invertimos el proceso y tomamos como constante los escasos recursos económicos disponibles y el área mínima para una vivienda digna y habitable, y manejamos como variable, de manera globalizada, a los nuevos materiales emergentes y su aplicación en innovadores sistemas constructivos? Es un camino inexplorado que puede intentarse recorrer.
La tendencia obvia es que en la vivienda del futuro se tratará de incluir ineludiblemente materiales emergentes en su construcción hacia el final del Siglo XXI. Buscando resolver el problema de la vivienda serán producidos en piezas prefabricadas y distribuidas en masa en establecimientos comerciales alrededor del mundo, ya sea moduladas en pequeñas piezas multifuncionales o conformando grandes módulos complejos al estilo desarrollado por Peter Hübner y Frank Huster (4) en los años setenta para el desarrollo de viviendas, y cuyo concepto inclusive fue tomado como ejemplo para el diseño y la construcción de la actual Estación Espacial Internacional.
Otras tecnologías, que evidentemente tendrán que unirse a la arquitectura del futuro, generarán viviendas que deberán constar con ciertos elementos básicos. Uno de ellos es un espacio central de convivencia acompañado de un espacio de estación de trabajo en casa, que posea equipo multimedia con teleconferencia y realidad virtual. Tendrá por lo tanto que existir en cada morada al menos un pequeño centro computarizado de control operativo de todos los instrumentos y sensores térmicos, de seguridad e iluminación.
El uso de ventanas con multicapas laminadas es inminente: la primera capa será colocada al exterior fabricada con un irrompible sólido transparente y aislante del infrarrojo. En la segunda capa se utilizarán matrices de cristales líquidos de cuarzo activables electrónicamente, para eliminar el uso de las cortinas que conocemos hoy en día, de modo que cuando el cristal de cuarzo esté encendido, será blanco opaco traslucido, mientras que cuando se encuentre apagado, será completamente transparente. Estos ventanales tendrán también la capacidad de mostrar paisajes digitalizados al azar (como las pantallas planas y los guarda pantallas de las computadoras actuales) para que sus habitantes tengan la impresión de estar viendo otros sitios a través de su ventana.
Aun cuando sabemos que han aparecido muchos materiales novedosos en el Siglo XX, hemos incorporado a la arquitectura muy pocos de ellos siempre de forma tardía y con desconfianza. ¿Qué ha pasado entonces con el arquitecto y su oficio en el comienzo de este siglo? Pareciera que el arquitecto espera a que le digan qué material puede ser usado en la construcción porque tiene ya muchos años de haber sido probado con éxito en otras ramas de la industria; cree que no estamos interesados en buscar nuevas aplicaciones inmediatas a los nuevos materiales emergentes descubiertos; piensa que vivimos acostumbrados a cierto tipos de materiales y procedimientos, que un poco por amor a ellos y otro poco por desconocimiento de otros, hemos seguido utilizando por más de 5 000 años y, según parece, considera que deseamos seguir utilizándolos en el próximo milenio.
Frank Lloyd Wright dijo acertadamente que “en algunas mentes, hay duda o temor o esperanza, de que la arquitectura esté trasladando su circunferencia. Así como la pala de cemento y algunos ladrillos ceden el paso al metal laminado, y a la trituradora; así como el obrero le da paso a la máquina automática, así el arquitecto parece estar dándole paso al ingeniero, al vendedor o al propagandista… [Por el contrario] …la circunferencia de la arquitectura está cambiando con asombrosa rapidez, pero su centro permanece inamovible”.(5)
Creo sinceramente que el arquitecto actual está confundido y ha perdido su objetivo: dar habitación con calidad y dignidad al hombre. Estoy convencido que es por temor a lo desconocido, que el arquitecto elude su compromiso cada día más con la técnica, refugiándose más y más bajo el cobijo de la posición falsa del papel de “artista”. Creo que debemos recuperar rápidamente el camino perdido, informándonos profundamente de estos descubrimientos, y adentrándonos objetivamente en la investigación y la selección de nuevos materiales. Suponiendo que así sucediera, sé que, en la medida en que el arquitecto se comprometa con esta labor, nuestra profesión será por trabajo y derecho propio, al final del presente siglo, la protagonista de asombrosos cambios en la arquitectura del futuro, y no caerá como tantos antiguos oficios obsoletos en el triste olvido de la historia.
CITAS
(3) AGUILAR JUÁREZ, David, Op. cit., pp. 72-76. "decidimos organizar este sector en cuatro vertientes de trabajo: financiamiento, fortalecimiento del sector productivo,"..."crecimento a partir de la calidad, lo cual involucra desde materiales, procesos constructivos, tecnología, crédito, homologar y homogeneizar trámites y, por último, generar mayores reservas territoriales aptas para el desarrollo urbano ordenado"...[Sobre las viviendas de 36 m2]..."El concepto del espacio es algo que tiene que ver con la habilitabilidad"..."En una realidad la construcción de espacios, que no yo, sino la propia gente llama casa, y que no tienen 36 m2 sino cuando mucho ocho o doce. Hoy por hoy, no debemos comparar lo que podemos hacer con lo ideal, sino pensar en lo que tenemos que hacer contra lo que la población puede pagar". Regresar
(4) OTTO, Frei, Op. cit., pp. 192-195. Tanto Hübner como Huster, desarrollaron módulos prismáticos semi cubulares, llamados Células tridimensionales, que tanto en su exterior como en su interior, están completamente acabados y amueblados, incluida la colocación de puertas y ventanas, así como sus instalaciones y baños. Mediante un estudio detallado establecieron una variación de al menos 12 tipos de módulos necesarios para hacer viviendas. Su construcción dependía de la combinación y colocación de cada elemento por una grúa en el sitio acompañado de un sellado y atornillado en cada unión con los otros elementos. Con estos módulos, el usuario podía completar el crecimiento "indefinido" de su casa, según sus necesidades y recursos, solamante añadiendo más módulos. Las células fueron construidas con paneles de multicapa de acero inoxidable y aislante térmico, unidos en las esquinas con perfiles de aluminio, recubiertos integralmente en sus caras interior y exterior con capas de resina epoxi como acabado. Regresar
(5) WRIGHT, Frank Lloyd, Op. cit., pp. 170-171. Regresar
LECTURAS RECOMENDADAS
AGUILAR JUÁREZ, David, Entrevista realizada a Alberto Mulás Alonso, La meta, Alcanzable, para Revista Obras, Grupo Editorial Expansión, Año XXIX, número 358, en octubre de 2002, pp. 72-76.
OCAMPO RUIZ, Ernesto, Reestructuración Urbana y Arquitectónica de la Colonia Penitenciaría, México D.F., Tesis de Licenciatura, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1986.
OTTO, Frei, et al., Arquitectura adaptable, Seminario organizado por el Instituto de Estructuras Ligeras (IL), Editorial Gustavo Gili, Colección Tecnología y Arquitectura, Barcelona, España, 1979, pp. 192-195.
VILLEGAS, Arturo, Un puente al futuro: Nuevos materiales a la obra, Reseña realizada del California Department of Transportation Journal de octubre-diciembre de 2000, Revista Obras, Grupo Editorial Expansión, Año XXIX, número 358, en octubre de 2002, p. 32.
WRIGHT, Frank Lloyd, El Futuro de la Arquitectura, "Al Joven que se dedica a la Arquitectura", Conferencia ofrecida en Chicago en 1931, Editorial Poseidón, 1978, pp. 170-171.
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