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sábado, 18 de octubre de 2008

Nanotecnología en la pintura prehispánica Maya

Octava parte de nueve.
Borrador completo entregado en 2000,
presentado aquí sin recortes del Editor.
Publicado como Artículo originalmente en la

Revista Bitácora Arquitectura,
Facultad de Arquitectura de la UNAM,
ISSN 1405-8301, México.
Número 5, pp. 48-51, Agosto de 2001.

Nanotecnología en la pintura prehispánica Maya

Curiosamente, al comprender el hombre el comportamiento de los materiales nanoestructurados, ha descubierto algunos secretos de nuestro pasado. Se encontró recientemente que los antiguos Mayas usaban resistentes pigmentos nanoestructurados que nos permiten disfrutar, a mil trescientos años de distancia, de espléndidos murales tales como los ubicados en Cacaxtla (10).

Se sabe que esta pintura difiere de sus contrapartes europeas y asiáticas en que no tiene una base de cobre o de lapislázuli, ya que está conformada de índigo o añil comunes en la América Precolombina. Se encontró que la mezcla de poligorskita y el índigo, mezclados químicamente a temperaturas no mayores de 150 º C en el momento de su fabricación, produjeron pequeñas impurezas de óxido de hierro nanoestructurado. Estas impurezas siempre han sido desestimadas en otros análisis por representar menos del 0.5 % de la muestra. Sin embargo, conociéndose actualmente las características singulares ópticas de los materiales nanoestructurados, se ha comprobado que son estas “impurezas” las que le dan efectiva resistencia y permanencia del color. A bajo costo y con técnicas rudimentarias, pequeñas dosis de material nanoestructurado permiten pintura resistente a condiciones extremas típicas de los bosques tropicales, y persistente durante 1300 años de antigüedad.


CITAS

(10) YACAMÁN, M. José, et al. , Op. cit. , 12 de julio de 1996, pp. 223-225. En noviembre de 1995, M. José Yacamán, L. Rendón del Instituto de Física de la UNAM, Mari Carmen Serra Puche del Instituto Nacional de Antropología e Historia, y J. Arenas del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares, efectuaron un estudio sobre la estructura molecular de la pintura azul maya, usada en Mesoamérica y la Colonia sobre vasijas, murales y artefactos ceremoniales, que es conocida por resistir ácidos minerales, álcalis, solventes oxidantes, agentes reductores, calor moderado y biocorrosión, manteniendo su color vivo durante siglos. Adicionalmente descubrieron que la pintura puede ser reproducida fielmente al calentar barro de la región de Sacalum (al este de Río Bec, Campeche) mezclado con añil, obtenido por molienda fina de la planta xiuquilit (indigophera sp.), a 100 º C.Regresar




D.R. © Ernesto Ocampo Ruiz, Bitácora Arquitectura, Facultad de Arquitectura de la UNAM, México, 2001.

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